viernes, 20 de abril de 2007

La especie hembra: una categorización más (MMDD)

Ha llegado a ser una tradición de este trío dinámico (de bloggerpartners) reconocer algunos patrones característicos entre la masa que hace parte del paisaje cotidiano. Es ésta una costumbre, casi accidental, que nació como una escapatoria mental ante la pasmosa inmovilidad de un trancón, una fila en Transmilenio a las seis de la tarde o al frente de una fotocopiadora.

Uno de los tipos identificados es el que ocupa esta entrada y que, aunque parezca difícil de creer, no es sólo de los más buscados sino, uno de los más difíciles de avistar en el panorama con completa autenticidad. Cada representante debe (ría) tener una alzada sobresaliente, una melena brillante que acompase el movimiento de unas piernas fuertes desde el llamativo punto donde ambas convergen y una capacidad ostensible de garantizar su especie en el tiempo.

Por otro lado, un espécimen de esta raza puede identificarse cuando no se alcanza a contar las cabezas masculinas contorsionadas que evalúan sus atributos andantes. Es así como es posible presenciar una exhibición, sin envidias de las exposiciones equinas, al alcance de la calle de todos los días. Estas razas hermanas podrían referenciarse -y en muchos casos se hace- en un mismo catálogo de revista. La razón es que comparten una característica común que provoca una admiración prístina: el bienestar.

La exaltación que producen los mejores ejemplares de esta familia de seres vivos, a los ojos humanos, responde a la siempre codiciada estabilidad del primer estadio del progreso económico y de orden. Es por esto que me atrevo a afirmar que este tipo de especie humana es un remanente de nuestro siglo pasado (si no de anteriores) Además, inspirada por una confusión entre la lejana y cercana materno-sexual figura de Sofía Loren, la idílica, peligrosa y atrevida silueta de Brigitte Bardot (y por qué no de Marilyn Monroe, entre otras) y finalmente, uno que otro ejemplar criollo.

Sin embargo, haciendo referencia al tiempo que tenemos al alcance, hay unos modos (de alto avance intelectual) de ver a la especie en exposición sobre el podio de sus sueños: los concursos de belleza. La idea principal puede expresarse a través de la provocativa frase -"es una mujer haciendo un performance de mujer"- citada del libro de Chloe Rutter. A mi entender, una mujer adornada de las características que cree están en el imaginario del común sobre lo que es o debería ser una mujer.

En este sentido, nuestro cotidiano tema alcanza no sólo para enumerar los rasgos característicos de la especie sino, también algunas preguntas simples ¿Existe en nuestra mente la imagen de una mujer ideal que no ha variado en el tiempo? ¿varía entre culturas radicalmente distintas? ¿Las creaciones de los cirujanos plásticos convergen a una misma idea de mujer? ¿Desean, realmente o en el fondo, las mujeres tener la imagen "hembra"? ¿A qué tipo de mujer corresponden las que los ojos encuentran diferentes? ¿Es mantenida de forma forzosa la idea de mujer-hembra? ¿Cuál debería ser la imagen de mujer? Realmente, ¿debería haber un "debería"?...

Nota: lugares donde pueden encontrarse algunas "hembras" son tiendas de celulares, carritos de promoción de licores (que se pasean por El parque de la 93), sets de televisión y, por supuesto, los reinados de belleza en su variedad de versiones. Sin olvidar que hay algunas que se cuelan en las universidades.

lunes, 16 de abril de 2007

Live (inserte causa aqui) (Epa)

Los dirijo hoy a Live Earth y a Live 8. El primero les hablará sobre el calentamiento global y el segundo sobre el hambre en África. Temas un poco ajenos entre sí pero tienen en común la música. Muchas veces he escuchado a muchas personas hablar del poco interés de los jóvenes (si, me incluyo en ese grupo) por los problemas que aquejan al mundo. La idea de este tipo de eventos es concientizar a un grupo demográfico sobre un problema en particular... ya lo hemos visto con la liberación del Tibet, la pobreza extrema y, pronto, con el medio ambiente.

A primera vista este tipo de esfuerzos parecen loables. Pero examinemos un poco más la naturaleza de los mismos. Comencemos con Live 8, su slogan fue "¡No queremos su dinero, lo queremos a usted!" (con los signos de admiración incluidos, por aquello del énfasis). La idea del concierto era reunir a un montón de gente en unos conciertos para convencer a los presidentes de los países miembros del G8 hicieran algo por la pobreza extrema en África. Cinco conciertos con 100 artistas y un millón de espectadores. ¿Qué se logró? Nada, los presidentes del G8 se reunieron, hablaron de lo que sea que hablen y se fueron a sus casas. También fuimos testigos de adolescentes y viejos cantando a sus bandas favoritas, una buena tarde, pero no quedó nada.

No quiero hacer cuentas, pero alguien se ha preguntado ¿Cuanta plata habrían recolectado si solamente los 100 cantantes donaran, digamos, el 2% 0 3% de su fortuna? ¿Si donaran, no sé, el 10% de las ganancias de una gira de conciertos? Ahora bien ¿Cuál fue el gasto en logística del evento? Dejando de lado las consideraciones monetarias, ¿No es de mal gusto decirle a alguien "la estoy pasando del p*** en nombre de su miseria"? Supongo que nadie pensaba en eso cuando Shakira bailaba y cantaba, así como tampoco pensaron que, tal vez, podrían hacer uno de sus caritativos conciertos en el mismo continente que están intentando ayudar. Lo peor del asunto es que ahora un millón de personas creen que hicieron algo, se van a sus casas sintiéndose bien por su "filantropia" y, solo puedo suponer, se olvidan del asunto un par de días después (si quieren vean la entrada sobre el snob rimbombante para que se hagan una idea de cómo me imagino que hablarán los asistentes después del concierto).

Ahora se nos viene el Live Earth. Según lo que he leído en la misma página del evento, aqui cobrarán las entradas y con esa plata financiarán un centro de estudios sobre el clima. Eso espero, porque me enfurecería de sobremanera pensar que alguien usa temas tan delicados como mecanismo de promoción. Peor aun, aprovechandose de la buena voluntad de algunos (y, siendo sinceros, del snobismo de otros).

Ahora bien, ¿Alguien sabe lo que en verdad implica "liberar" al Tibet? O mejor ¿Saben aquellos que abogan por su liberación de qué lo están librando? No lo creo... pero ¿qué importa? finalmente es una buena excusa para ir a escuchar buena música.

jueves, 12 de abril de 2007

Indignado por la indignación (rsd)

Como es tradición de los miembros de este blog, partiré por definir las palabras en la Real Academia Española, indignación: Enojo, ira, enfado vehemente contra una persona o contra sus actos. Parto por definir esta palabra pues es una de las cosas que caracteriza algunas personas en Colombia, podría decirse que existen los que se indignan y los que actúan -con una alta tendencia(99%) hacia los primeros-. La violencia, la guerra, las FARC, la parapolítica, la corrupción, los animales al volante, el cajero que cambia un billete bueno por uno falso, la señora de transmilenio que hace una cuarta fila diagonal a la puerta; son algunas muestras de las cosas que indignan a los colombianos.

Lo oímos todos los días y se convierte en uno de los sentimientos más patrióticos. Pareciera que el verdadero patriotismo -si es que existe y puede definirse- se resume en indignación. Pero no es una indignación común, tan pronto sucede el acto ofensivo, se empieza por un sonrojar de mejillas y un temblor que desde la punta del cráneo hasta los dedos se cuela por cada uno de los espacios de nuestro cuerpo. Podría decirse que hierve la sangre, hay que tener en cuenta que la magnitud de la indignación es directamente proporcional a la ofensa cometida, no es lo mismo un político ladrón que un arbitro que valida un gol en fuera de lugar.

Si pudiera pensarse en la indignación como una persona, muy seguramente se la pasaría donde se construyen los comentarios de café o más conocido lugar común. Este es su nicho favorito donde, como plantas en simbiosis, cada uno saca beneficio de la vida en conjunto. Es grato para la indignación pertenecer a las conversaciones de lugar común tanto como la indignación enriquece los argumentos de los lugar comuneros. Si aún no ha identificado estos lugares le regalo unos cuantos: Transmilenio, cafés, restaurantes, peluquerías, estadios y taxis.

Pero, ¿por qué me indigna la indignación?. Por qué la vehemencia de la persona se queda en las mejillas sonrojadas y una actitud neurótica y ofendida, pero que mantienen en su interior. Si se va a emputar hágalo con estilo, con toda. Lo indigna la guerrilla, guarde la camiseta blanca, apague el televisor y acérquese al centro de reclutamiento más cercano, vaya al monte y fusil en mano acabe con el problema, -si la edad no se lo permite, dónele plata al ejército y no lo critique-. Lo mama que la señora se le pase por el frente y no respete su puesto, póngala en su sitio, con un grito fuerte no hay quien se aguante. No lo dejan salir, empuje. Le dieron comida fría en el restaurante, haga valer su plata y solicite un cambio. Si se indignó actúe, haga parte en las votaciones, si no es suficiente, hágase candidato, deje de joder a su familia que se indignó con su "todos los políticos son corruptos" y conviértase en político... Si se indignó, actúe.

Me indignaron los indignados, por eso escribo esta entrada. Cada vez que me encuentro a un indignado, le digo que tome parte en el asunto, sino lo hace solo es: un cliente, usuario, espectador, comprador y ciudadano del montón: conformista, simplón y perezoso. Cuando se encuentre un indignado dígale lo mismo, si es un indignado, espero aprenda de esta entrada. Deje el cuento de la otra mejilla a la santidad de cristo, indignado... identifíquese y actúe, no joda más.

lunes, 9 de abril de 2007

El insoportable paternalismo (rsd)

La semana antepasada -por que la pasada me desconecté del mundo-, fueron innumerables los titulares, noticias de ultima hora y análisis que el departamento del Choco protagonizó. Faltaba más, 43 niños muertos por mala nutrición, eso conmueve todos los corazones occidentales, ¿no? Por eso el 1,2,3 habló del tema, los brillantes columnistas de Semana dieron muestra de sus conocimientos sobre los departamentos colombianos y Julito en la W pudo sacar a relucir sus profundos e interesantes conclusiones sobre el mundo. Las preguntas estaban bien justificadas, ¿donde esta el gobierno?, ¿y el ICBF?, ¿y la plata?,¿es el Choco viable? Todas son muestras del insoportable paternalismo occidental y la ofensiva forma de ver al otro como un ente que debe ser dominado, subyugado y pensando como nosotros.

El Choco es lo ominoso. Como diverge de todo posible centro y valor esperado se vuelve un algo incomodo que debe ser "salvado", "cambiado", "dividido","destruido". No hay espacio para más, el Super Gobierno Central (SGC) debe, en cabeza de su Mesías, salvar a la "pobre" población chocoana. Es interesante el insoportable paternalismo del siglo XXI, cuando Colombia, desde el siglo XVIII, explotó a diestra y siniestra los recursos humanos y naturales del Choco. La extracción minera y la producción de caucho son paradigmas de la explotación humana y de recursos naturales, veni, vidi, vici parece la macabra consigna de los colonos que pasaron por el departamento.

Hoy se propone que el Choco se desintegre, que pase a manos del Valle y Antioquia, de nuevo a los colonos, no basta con la historia. Ahora la nueva consigna es que Choco debe pensarse igual que se piensa a Cali o a Medellín. Con una especie de panacea llegarán los nuevos consejeros del gobierno, la formula mágica traída de otras ciudades para poner al Choco en marcha con el siglo XXI. Es la ingenua posición de quien cree tener respuestas a todo, es como resolver problemas de física con recetas de cocina, así los modelos de salvación para el Choco. Cuando no se entiende la diferencia de uno y otro, no es posible pensar en "planes de choque".

Hasta que punto es lo anterior aceptable, ¿ hasta cuando la prepotencia y orgullo del SGC podrá entender que tal vez el hombre y mujer del pacífico difieren del hombre y mujer del caribe, el Amazonas o el interior? El punto es la aceptación y entendimiento del otro, la comprensión de la diversidad, ¿es imposible pensar que tal vez el indígena chocoano no le teme a la muerte como lo hace el "hombre civilizado"?.

Las preguntas de la prensa debían incluir, ¿por qué hasta ahora el Choco importa?, ¿no murieron antes mucho más niños?, ¿como llegaron estos niños a los hospitales?, ¿los niños estaban vivos en un intento afanado de sus padres por salvarlos o llegaron sus cuerpos sin vida solo para ser declarados difuntos?, ¿quién encontró la cifra de estos niños?, ¿por qué se publicó? El insoportable paternalismo es ese deseo de inclusión y caudillismo. Me la juego por una Colombia indiferente, si la consigna de no ser indiferentes trae consigo el intento de vernos y convertirnos a todos en iguales. Bajo el prepotente supuesto que nuestro status quo es mejor y es deseado por el otro.