jueves, 3 de mayo de 2007

Una buena causa... (epa)

Hace unos días hablé un poco sobre las "buenas causas" y lo que pienso de ellas. Como este blog aún está en la fase donde solo los amigos lo revisan (espero que eventualmente los enemigos y los desconocidos también) la mayor parte de los comentarios los recibo en vivo. Sin embargo, entre los comentarios que quedaron consignados alguien dijo que lo importante era la intención... cosa con la que estoy absolutamente en desacuerdo.

Existen diferentes razones que me impulsan a decir que, en estos casos, la intención no es lo que cuenta. La primera es que la hambruna no es un regalo de navidad, es un problema real que debe ser remediado de alguna forma. Si bien es cierto que no existe una receta para el desarrollo (soy economista, creánme, si existiera ya se estaría usando), también es cierto que se puede mitigar de una u otra forma.

La segunda razón es el motivo que me impulsa a escribir esta entrada. Product Red, iniciativa que comienza en enero del año 2006 y hasta la fecha. Lo más interesante es la sencillez sobre la cual se fundamenta. Un grupo de compañías (dueñas de las marcas usadas por todo el que es "alguien") crean una serie especial de alguno de sus productos y lo denominan Red. De las ventas de esta serie especial destinan parte a la compra de antirretrovirales para combatir el SIDA en África.

Me gusta este concepto porque, al menos en teoría, funciona. Su población objetivo son los consumistas snob de primer mundo, de alto poder adquisitivo, que buscan lo último para distinguirse de sus iguales. Tal y como lo dice el manifiesto de la organización todo queda en manos del mercado. Irónicamente, este tipo de caridad se fundamenta en el elitismo. Un artículo Product Red dice a los demás "mira, me preocupo y tengo la plata para hacerlo", pero, como buen economista creo, y siempre creeré, que lo importante no es la motivación (si esta es altruista o egoísta) sino el resultado. Y en este caso el resultado es que se está ayudando, así sea mucho o poco, a combatir el flagelo del SIDA.

Tal vez estoy quedando como los que piden liberar el Tibet. Mi punto, sin embargo, es otro. Mi punto es que se pueden concebir estrategias de ayuda que hagan algo y que no se queden en un mensaje contracultural. Y como dato curioso... el 70% de los adultos y el 80% de los niños con SIDA viven en África.

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