Finalmente, Margarita se reporta sin la esperanza de ser tan elocuente como sus compañeros y haciendo honra al título del comentario, al hablar en tercera persona.
Me pareció ésta una buena oportunidad para dejar testimonio escrito de nuestras numerosas conversaciones que habrían podido quedarse en el anonimato de la cotidianidad. Tal vez, una oportuna ocasión para sentar opiniones, recuerdos y vivencias que quedarán como constancia de una época.
Sólo espero que la vivacidad de las razones sea acompasada con la rigurosidad sutil de las comas y las tildes y no menos que adornada con la juventud de las palabras.
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