martes, 27 de marzo de 2007

Pan y Circo (rsd)

Soy católico por confirmación, a los quinces años recibí mi primera cachetada con hombría -al no responderla- de manos de un monseñor. Con mi padrino - el primero elegido por mi- a mano derecha aceptaba de nuevo el voto que mi papás 15 años antes habían tomado en mi nombre. Estos ultimos 7 años -casi 8- han visto un importante cambio en mi posición sobre la institución, la jerarquía y la "militancia" en esta Iglesia -santa,apostólica y romana-. No soy ajeno a las críticas externas que se hacen a los jerarcas de la iglesia y mucho menos a los adjetivos utilizados para referirse a los mismos -pedófilos, corruptos, ladrones,retrogrados, entre otros- se convierten en titular llamativo de prensa que no deja de ser un pazquin sin fundamentos.

Recuerdo el "debate" sucitado por la decisión de la corte constitucional colombiana en la despenalización del aborto en ciertos casos - no voy a explicar el fallo o su contenido- solo recuerdo las declaraciones de cardenales como Pedro Rubiano y Dario Castrillon, el uno como máximo prelado de la iglesia colombiana el otro desde el vaticano como Prefecto de la Congregación para el clero. Entre marchas de fieles y palabras como "excomunión" los titulares de prensa y las noticias de radio y televisión florecieron por doquier. Era un espectaculo bochornoso que no hacia más que confirmar la hipótesis que el periodismo colombiano poco tiene de investigación y análisis.

El trato que se le da a una institución privada como la Iglesia, no la he visto esgrimirse frente a problemas de otro tipo de empresas, industrias o instituciones - tal vez el gobierno, pero hablar mal del gobierno es una moda popular, además ¿qué es el gobierno?- . Pues bien mi punto es al pueblo pan y circo. No hay nada que venda más que un cura violador, un cardenal retrogrado o un papa equivocado - como bien lo juzgaba el editor del tiempo que mucho conocimiento debe tener de teología -.

Pan y circo es lo que se convierte el trato que se hace a una institución con más de 1800 años de fundada y un gran número de fieles y seguidores. Pan y circo en la ambigüedad, vacio e incongruencias de las voces "críticas" - más criticonas- de este tipo de discusiones. La Iglesia no tiene por que cambiarse, redefinirse, repensarse, la entrada a la Iglesia Católica es voluntaria ¿por qué debe ajustarse a las necesidades actuales?.

Yo no compro ropa en Jeans and Jackets ¿por eso deben cambiar sus diseños?, no rumbeo en Andrés ¿por eso deben bajar los exagerados y excesivos adornos?, no voy al autodromo y no gusto del automovilismo ¿por eso deben hacer competencias más entretenidas?. Acaso cuando Alpina saca al mercado un nuevo producto, o Carulla saca una nueva misión empresarial o BAVARIA cambia de dueños, los medios de comunicación juzgan a sus presidentes, dueños o gerentes de "retrogrados equivocados" o "conservadores vencidos", de ideas poco modernas? ¿les piden que se redefinan para las nuevas épocas?. Claro que no, eso es problema de la empresa, la institución, la Iglesia.

La Iglesia es para sí y sus fieles, su adhesión, es fruto de un libre albedrío -llamelo libertad, individualismo metodológico, etc..- sea como sea, no debe la "opinion pública" juzgar o determinar sus caminos, a diferencia del problema con el estado -donde tengo que pertenecer a uno-, yo si puedo vivir sin una Iglesia.

1 comentario:

Luis Ernesto Taborda dijo...

Rápidamente, mañana discutimos.

Chino, es que es muy distinto cuando J&J hace algo que a usted no le gusta y entonces usted no lo compra. Otra historia es cuando la Iglesia que es "una, santa, católica y apostólica" decide meterse en política y hacer de contrapeso en las leyes.

La pregunta para un economista es: Como así que los grupos de interés económico son malos y nos lleva a equilibrios subóptimos y losmorales no?