martes, 13 de marzo de 2007

Sobre algunas palabras y expresiones... (mm)

Mi llegada a Bogotá me mostró muchas situaciones y características nuevas en la cultura, las concepciones y las construcciones tanto materiales como inmateriales. Entre éstas últimas se incluyen las costumbres y, sin lugar a dudas, la usanza de palabras y expresiones.

Con la leve pretensión de librarme temporalmente de las que dejaba atrás, tuve que recibir -no niego que con gran desilusión y fastidio- las que desconocía. También, tuve que soportar las tercas opiniones de algunos sobre mi vieja y enseñada costumbre de corregir las ciegas certezas que parecían congeladas por las noches bogotanas (Debo aclarar que esta acción es recíproca para mí y mis bloggerpartners son testigo de lo que digo)

El primer eslabón de la cadena de palabras, -para empezar por la parte más corta del asunto-, que advierte sobre la prometedora riqueza del material es la siguiente: "chistoso o chistosa" que significa "que acostumbra a hacer chistes" o en el caso de un sustantivo "que tiene chiste". Sin embargo, lo que le da algún valor a este comentario es su uso para significar "persona u objeto raro". Entonces, se oye decir "ve, tan chistosa esa cama" Y, por si alguien se pregunta si alguna vez pensé después de oir lo anterior ¿debería reirme de la cama? Seguro que sí, lo pensé.

Pasando a terrenos más viscerales, -como le gusta decir a un amigo-, hay un trío en especial cuyo carácter es el de ser adjetivos: chimba, chanda y rabón. Éstas, de acuerdo a la RAE, denotan en su orden: sarna (completamente sorpresivo para mí), dulce hecho con huevo y algo más y animal que tiene el rabo más corto que lo ordinario en su especie (también sorpresivo) En este punto, mi estómago exige la explicación de por qué le llegan ciertas vibraciones vomitivas de "uy, que rabón usted es una chanda porque no me contó de qué día que estuvo una chimba. Toca que la próxima me cuente" La última frase adelanta el proceso de llegada al lugar de las expresiones.

Termino, -para no herir susceptibilidades con mi larga lista de palabras-, con la más abominable de todas en sus dos personalidades: "TETO" o peor "TETEADO". Su uso, -sin referencia alguna en el diccionario-, es al parecer para significar lleno y... lleno. Seguro ustedes saben cual es la diferencia entre las dos.

En segundo lugar, el broche de esta cadena de oro cultural puro lo forman la gran amalgama de frases como las siguientes: "lávese dientes mijo", "meta entre el carro esto chino", "toca que te corras un tris", "uy, está toda brava", "varia gente dijo que ...", "que día estuve hablando con Pepito"... Y aunque preferiría decir "es mejor terminar en este punto", la verdad es que mi memoria no me permite seguir alargando la lista (cuando recuerde haré una edición y que no me acuerde no significa que no haya pasión en este escrito )

Finalmente, es importante reconocer que en cada persona, -en especial en cada familia-, a la que he tenido acceso he encontrado una historia diferente de migraciones, cruces, dificultades, estudios, vivencias, creencias, historias, gustos y costumbres tan distintas que agregan elementos inesperados al conjunto y que no me permiten culpar a la Bogotá de "siempre" sino a la de ahora, la que ellos se inventaron.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Insisto, no me parece que el hecho de que una palabra (u expresión) no exista en el diccionario significa que esté mal dicha. Reitero mi ejemplo estrella: SALCHIPAPA no está en el diccionario de la RAE ¿está mal usarlo?......
Gracias por dejarme participar en tu blog,
Un lingüista adelantado para su tiempo

Anónimo dijo...

Lo que SI escribió Ricardo...
Ya me iba pero encontré esta joyita (en el misisimo Blog Ominoso) ahi les dejo: "autobiografia de si mismo".
Chao entonces,

Anónimo dijo...

Para aclaración de nuestra amiga vallenata, la expresión teto o tetiado (no teteado como escribe la autora) puede que tenga su origen en la de la expresión “hasta las tetas” como quien dice, hasta arriba, lleno. – pido disculpas si en este momento la escritora caribeña se ha sonrojado-. Como se sentiría uno en medio de un numero nutrido de tetas ¿??… abrumado, acalorado, confundido….feliz??

Para terminar , así como la autora se vio sorprendida por la gran cantidad de expresiones usadas en la capital poco ajustadas al buen castellano, y sin mención alguna en el DRA, adjunto una “joya caribeña” a modo de gratitud…..

Cuando quieren referirse a una mujer bonita, guapa, o linda dicen: que bollito!! Que bollo de mujer!!

Será que Dalí no era en realidad español sino costeño…y por eso le ofrecía a su amigos bollos…. “bollos” durante sus comidas. Será que le dicen al la novia cuando se arregla para una fiesta…”estas hecha un bollo”!!....por lo menos en mi caso…eso implicaría un par de contusiones.

Saludes al la tropa gominosa


Próximo capítulo….. “el indescifrable mundo de la expresión ajá”…que coños es ajá??